MUNDO
ANIMAL
Equinoterapia
“La Salud del Hombre a
partir del Contacto con el Caballo”
Patricio Crespo Med.
Vet.
Cuando
el ser humano comienza a buscar formas
de curar, curarse, aliviarse o simplemente mejorar su estado de salud física y
psíquica; utilizando tratamientos no invasivos, sin drogas o tratamientos que
contemplen al ser humano con la visión holística de un todo formado por
energía; se dirigió con aciertos y errores hacia lo llamado genéricamente “natural ”.
Esta
imprecisión que generaliza “todo” lo
que la naturaleza aporta poco tiene de nuevo.
Es
decir que New Age es un término que con seguridad no es bien utilizado, porque
de nuevo (new) poco tiene.
Estos
modos de curarse hacen hincapié en el uso de plantas, aromas, piedras (gemas)
etc,etc.
Con
resultados diversos, en general son bastante populares con escaso sustento
científico y la mayor parte de las veces, con pocos o nulos resultados.
Al
final, la ciencia se impone. Esto no significa que lo empírico, ancestral,
trashumante, tradiciones ancestrales etc…no aporten nada. Aportan y hay que
considerarlas como corresponde. Con cuidado y atención. Particularmente, me
interesan mucho esos conocimientos, porque hoy la ciencia y la tecnología va
demostrando que tal o cual práctica sobre los hijos de la naturaleza son
acertadas.
Incluir
a la equinoterapia, acupuntura y homeopatía en el grupo de “lo alternativo” es
un error, ya que tienen sustento científico.
La
casi perdida cultura del caballo en el mundo ( en donde hoy el equino es un
deportista de elite) hace que el contacto con un caballo no sea cosa de todos
los días.
Pero
la utilización de ejercicios ecuestres con
finalidades de reeducación psicomotora de los portadores de deficiencias no es
un descubrimiento nuevo como sería de pensar dado el interés reciente surgido
por esta práctica HIPÓCRATES: (458 - 377 AC ; padre
de la medicina), en su libro
"LAS DIETAS", aconsejaba la equitación para “regenerar la salud y
preservar el cuerpo humano de muchas dolencias y sobre todo en el tratamiento
del insomnio”. Además de eso afirmaba que “La equitación practicada al aire
libre hace que los músculos mejoren su tono”.
Al margen de los datos técnicos de la medicina
antigua siempre y hasta hoy se destacó que la mejoría de los pacientes se debe
a un agudo y sutil intercambio de energía
(empatía) entre el caballo y su jinete. Esta relación permite lograr
cambios que van desde la modificación permanente de estados de ánimo a la mejor
predisposición del organismo en le regeneración de tejidos.
El movimiento tridimensional sumado a los
multidireccionales producidos por el movimiento del caballo y el ritmo de su
paso, lo tornan un Instrumento quinesioterapéutico.
Cada paso completo del caballo presenta patrones
semejantes al caminar humano, impone dislocaciones de la cintura pélvica del
jinete del orden de los 5 cm .
en el plano vertical, horizontal y longitudinal y una rotación de 8 grados para
un lado y para el otro. El caballo al dislocarse, exige al jinete ajustes
tónicos para adaptar su equilibrio a cada movimiento. Cada paso del caballo,
produce desde 1 a
1,25 movimientos por segundo, en 30 minutos de trabajo, el jinete ejecuta entre
1800 y 2250 ajustes ósteo-articulares que son transmitidos al cerebro vía
médula con una frecuencia de 180 oscilaciones por minuto, lo cual es reconocido
como lo más adecuado para una buena salud.
Cualquiera
que no esté acostumbrado a montar a caballo luego de un paseo sostenido notará
que “le duelen” varias partes del
cuerpo. Esto no es otra cosa que la consecuencia de la acción de esos músculos intentado adaptarse al
movimiento del equino.
Estos
músculos accionando intensamente más la liberación de endorfinas y
endocefalinas (neurosustancias que
actúan aliviando los dolores y son las que provocan sensaciones de placer) favorecen la recuperación de personas con
discapacidades físicas y mentales.
Los
jinetes, pacientes o alumnos de esta disciplina fortalecen sus pantorrillas,
muslos y glúteos .Sus grupos musculares son los que nos sujetan al caballo. Las
articulaciones del tobillo, rodilla y dorso-lumbar absorben los movimientos de
acomodación. La equitación en general desarrolla destreza, robustez física y
actividad general del cuerpo. Hace también aumentar:
- La voluntad
- El espíritu de decisión
- La iniciativa
- La resolución
El adiestramiento del
caballo desenvuelve:
- La tenacidad
- La perseverancia
- La calma
- La paciencia
- El dominio de sí mismo
Todas estas son virtudes
antagónicas a:
- La Cólera
- El Desatino
- Precipitación
Estos
items tomados de algunos centros de equinoterapia que hoy existen en Argentina
muestran la amplitud del simple hecho de decidirse a montar a caballo. Sea por afición
o como método curativo.
Cuando
se menciona a la terapia natural pocas veces se mencionan a los animales. En el
caso del caballo la sensación de fortaleza física y espiritual mejora a pacientes
con debilidades en su esfera psíquica. La
confianza y el ser precavido son
actitudes que adoptan, aprenden o desarrollan
los jinetes.
De
valor incalculable en aquellos que padecen disminuciones o impedimentos físicos
irreversibles. Debe destacarse que la psiquis no tiene frontera en cuanto a su
desarrollo en un ser sano psíquicamente, una malformación congénita o un temor
determinado pueden superarse desarrollando autoestima, valor y confianza en sí
mismo. Son necesarios profesionales capacitados en equinoterapia y
ganas de progresar, los caballos destinados para esta tarea están
siempre dispuestos a conectarse con el hombre.
Para
finalizar, no es necesario padecer una enfermedad determinada para sentir, los
efectos positivos de un trote o un
galope.
Sin
dudas podríamos decir que cabalgar es un “caballo a tierra”.
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