Desde el momento en que el hombre domesticó a los
animales, su relación para con ellos dejó de ser algo más que la simple
subsistencia alimenticia. Una firme alianza, muchas veces defensiva-ofensiva,
debió contemplar un cuidado mutuo.
En garantía de este vínculo, el hombre aportó a través de su raciocinio el dominio de un arte y ciencia, ni más ni menos que la veterinaria, la capacidad de curar las enfermedades de su socio.(ver artículo completo en el link)
En garantía de este vínculo, el hombre aportó a través de su raciocinio el dominio de un arte y ciencia, ni más ni menos que la veterinaria, la capacidad de curar las enfermedades de su socio.(ver artículo completo en el link)
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